Canción de Hielo y Fuego, el Juego de Rol de Juego de Tronos

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Se acerca el invierno… y también el estreno de la serie de Juego de Tronos y la publicación del 5º libro de esta épica saga escrita por el increíble George RR Martin. Y qué mejor para celebrarlo que hacer una partidita con este juego de rol que, otras cosas podrá no ser, pero es más épico que la espada del Cid, o como dirían algunos fans de esta serie, más épico que el asalto a Desembarco del Rey.

Para aquellos que no sepan de qué va este mundo (¿de verdad alguien que lee este blog no lo sabe?) es un lugar ficticio de corte medieval donde las estaciones duran años y el invierno trae no sólo el frío, sino antiguas leyendas de terror y extrañas criaturas que se creían meras fantasías, como por ejemplo, los “Otros” (y no los de Lost). Todo transcurre (o al menos la mayor parte) en un continente llamado Poniente y en los siete reinos que lo componen, donde todo es guerra, corte, muerte, sangre y desolación… y claro, a todos nos gusta esto.

El manual está bastante bien, tiene todo lo necesario para jugar sin tener que comprar extras (al menos en principio), es a todo color y tiene dibujos bastante interesantes… Eso sí, su sistema de juego no es “tan novedoso” como quieren hacernos creer… Desde mi punto de vista es una extraña copia del sistema de Leyenda de los Cinco Anillos en el que sustituyen el 1d10 por el 1d6, y le hacen un par de cambios para que parezca una cosa bastante diferente. Cuando compré el libro y comencé a leerlo, me emocioné porque soy fan de esta saga de fantasía y el ver un resumen de este mundo pues siempre gusta (por cierto, para los que no hayan leído todas las novelas y pillen el juego: tened cuidado, contiene spoilers y no avisan de ello), pero al ver el sistema de juego me desmotivé bastante…

Aunque luego resultó que sí tenía algo novedoso.

Los jugadores pueden crear su propia casa nobiliaria según una serie de reglas y repartirse entre ellos los papeles más importantes de esa casa, o simplemente ser guardias que acompañan a su señor. Otra posibilidad, que supone un verdadero reto tanto para el máster como para los jugadores, y que es muy épico (yo quiero probarlo algún día, de momento no he tenido voluntarios) es que cada jugador crea su propia casa nobiliaria, y cada uno tiene un compendio de personajes (el señor, su esposa, sus hijos, el curandero, el castellano, un guardia, un espía, etc) y juega con todos a nivel mundial, es decir, interpretando a cada uno, a su cortesano en la corte y a su cocinero si este escapa de una masacre en su casa… Hay que pensar a lo grande.

Pero tened cuidado, cuando se juega al juego de tronos, sólo se puede ganar o morir. No hay puntos intermedios.